Cuando la respiración espontánea no puede asegurar el correcto intercambio gaseoso hay que utilizar un respirador.
La ventilación mecánica es un tratamiento bajo prescripción médica en el que se ofrece al paciente que no puede respirar espontáneamente por vías normales, un soporte respiratorio por medio de un equipo médico llamado respirador o ventilador. Los ventiladores también se utilizan para permitir el descanso de los músculos respiratorios hasta que el paciente sea capaz de reasumir la ventilación espontánea.
Está indicada principalmente para la insuficiencia respiratoria crónica.
Ventilación mecánica invasiva: cuando el equipo está conectado al paciente por medio de tubo endotraqueal o traqueostomía.
Ventilación mecánica no invasiva: cuando el equipo está conectado al paciente por medio de una mascarilla.
Un paciente se encuentra apto de realizar el tratamiento de ventilación mecánica en domicilio cuando su cuadro es clínicamente estable. La participación de sus cuidadores (familiares, personal de empresas de internación domiciliaria) es necesaria para que el paciente reciba un tratamiento acorde al recibido en el hospital y tenga oportunidad de regresar paulatinamente a sus actividades diarias.
La disponibilidad y correcto funcionamiento del equipamiento médico instalado en el domicilio es clave. Es por ello que las siguientes consignas deben cumplirse para realizar una ventilación mecánica segura: